lunes, 3 de febrero de 2014

La Tierra y la Comunidad




 

La Tierra y la Comunidad.

¿Qué entendemos por territorio?

Para todos los pueblos indígenas, aunque sea de diversas maneras, la tierra tiene una importancia muy grande. La tierra es el lugar de la comunidad. Es la madre que da frutos para que se alimenten sus hijos. Se le respeta, se danza para agradecerle y para pedirle; se le hacen ofrendas; se mantiene viva la costumbre.
Esto lo podemos entender cuando nos ponemos a pensar y traemos a nuestra memoria los recuerdos de nuestros abuelos. Cada costumbre, cada danza, cada rito son las señales que ponemos para comunicarnos con la naturaleza.

La danza de los Voladores nos recuerda de una manera muy vistosa esos pensamientos de los abuelos. Una danza que nos habla de la comunidad como centro del mundo y ahí se planta el palo. Nos habla de los vientos, del agua y de la tierra. Nos habla de pájaros y animales.

Se danza en el cielo, y se danza en la tierra platicando con los vientos, el agua y la tierra al ritmo que van tocando la chirimía y el tamborcillo.

Se danza volviendo a los cuatro puntos cardinales:
- el este, el lugar de donde se levanta el viento sagrado;
- el sur el lugar en donde se levanta la luna sagrada;
- el norte, el lugar en donde se levanta la estrella polar,
- el oeste, el lugar donde se sumerge el sol sagrado.

Es la danza de la vida, que se celebra en el carnaval, para pedir a todas las fuerzas de la naturaleza que la semilla sembrada de un fruto bueno en la tierra y en la mujer.
También en la danza del elote podemos mirar como las mujeres acarician a la tierra con las palmas de sus pies, y mecen al fruto de la nueva cosecha y de esta manera agradecen a la Madre Tierra el alimento que tendrán sus hijos. Aquí vuelven a aparecer los recuerdos de los abuelos.
Por eso uno de los grandes problemas que se han presentado a lo largo de nuestra historia nacional, es el problema de la tierra. Para los pueblos indios la tierra es sagrada. En cambio, para otros, la tierra es una mercancía a la que hay que sacarle el mayor provecho.

Por eso se ha comenzado a hablar de territorio, en lugar de tierra. La palabra territorio quiere considerar más el modo de pensar de los pueblos indígenas. La palabra tierra se ha usado más con el sentido que les dan las gentes no indígenas.

Territorio quiere decir el lugar de la Comunidad. La Comunidad no se puede entender a si misma sin un lugar en donde los cargos son servicio; en el que esté la familia y la casa, en un lugar en que se siembre y se coseche; un lugar en donde la faena es un servicio que todos nos prestamos para mantener viva a nuestra comunidad. El territorio se hace sagrado porque en el trabajamos y celebramos las fiestas. El territorio es sagrado, porque es la Madre Tierra que nos da cobijo, alimento, comunidad y fiesta.



¿Cómo vivieron nuestros abuelos el problema de la tierra?
Bernal Días del Castillo fue un soldado español que participó en la guerra de la conquista. El cuenta cómo los españoles vinieron a buscar oro y pensaban regresarse a España con las riquezas que encontraran en las tierras de los indígenas. Pero poco después les entró también la codicia por las tierras. Así, por la fuerza de las armas, fueron conquistando a los pueblos que vivían en este territorio que ahora llamamos México.
Aunque los indígenas fueron tratados como esclavos durante muchos años, poco a poco fueron luchando y consiguiendo su libertad. Pero sus tierras se vieron muy reducidas. Pero todo el tiempo mantuvieron la costumbre de vivir y trabajar en comunidad.

A mediados del siglo pasado, la ley Lerdo vino a prohibir que los indígenas tuvieran en común la propiedad de sus tierras. Esta ley decía que toda la tierra tenía que ser propiedad privada, y los papeles deberían estar a nombre de una persona en lo individual.

Otro mandato de la ley era que se deslindaran o midieran todas las tierras del territorio nacional, y que, el que las midiera, quedaba como dueño de ellas. Aquí en la Sierra Norte de Veracruz, el Sr. Manuel García Velasco, que era síndico de Tlachichilco dijo que el había medido los municipios de Tlachichilco y Texcatepec, y que por lo tanto eran de él. Luego dividió estas tierras en lotes y se las vendió a los abuelos que siempre habían vivido en estas tierras.

Así se formaron los condueñazgos, o sea que uno de los abuelos aparecía como el dueño de un lote, aunque todos sabían que esa tierra era de todos. Siempre había sido de la comunidad y ahora entre todos habían juntado el dinero para pagarla de nuevo a García Velasco.
El problema de la tierra no sólo se presentó aquí, sino en todo el país. Y no fue un problema que tuvieron sólo los indígenas, sino todos los campesinos mexicanos. Por eso se vino la revolución en 1910.
La revolución tiró del poder a Porfirio Díaz, pero no terminó ahí. Los campesinos e indígenas de todo el país siguieron luchando por que se les diera tierra.

Uno de los grandes triunfos de la revolución fue el que en la constitución se escribiera el artículo 27. En este artículo se considerara que la propiedad privada no es el único modo legal de poseer la tierra, sino que propuso la propiedad social de la tierra como un modo comunitario de legítima propiedad. Además se fijaran límites a la propiedad privada y se decretó el reparto agrario de los latifundios.
Los primeros presidentes que estuvieron en el poder al caer Porfirio Díaz, como Madero, Huerta, Carranza… no repartieron tierra.

Por eso Emiliano Zapata se mantuvo en pie de lucha y tuvo muchas dificultades con los presidentes que no oyeron el grito de los campesinos que necesitaban la tierra para vivir.

Fue hasta 1920 cuando se empezaron a repartir los latifundios por el presidente Abelardo Rodríguez, y el mayor reparto se hizo en los años 1936 a 1942 por Lázaro Cárdenas.

A los que tenían títulos de condueñazgo, o a los pueblos indígenas que tenían la posesión de sus territorios, se les reconoció este derecho y se tituló esa posesión, formando los Bienes Comunales. 
A los que no tenían tierras, o vivían acasillados en las haciendas, se les dotó de tierras y se formaron los ejidos.

Como todos sabemos la lucha por la tierra nunca termino. La Secretaría de la Reforma Agraria no terminó de ejecutar las resoluciones presidenciales. Esto ha sido causa de muchos conflictos entre las comunidades. Pero sobre todo sirvió para que se ocultaran acaparamientos y no se lograra dotar de tierra a todos los campesinos que la necesitan.

En 1992, Salinas propuso cambiar el artículo 27 de la constitución. Esto acabó con el reparto agrario; pero lo peor es que abrió el camino al acaparamiento y a la concentración de la tierra en pocas manos.
La lucha por la tierra sigue, y esta ha sido una de las demandas principales de los compañeros indígenas de Chiapas.

¿En dónde están los pueblos indígenas en la República Mexicana.?

En todo el mundo hay muchos pueblos indígenas. Se calcula que hay como trescientos millones de indígenas repartidos por todos los países del mundo. En México hay unos quince millones de indígenas de unas 56 etnias diferentes. Por eso los gobiernos de muchos países se han reunido en diversas organizaciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para pensar en los derechos de los pueblos indígenas.
Todas estas etnias que viven en la República Mexicana tienen lengua distinta, y entre ellas hay una gran variedad de danza, costumbres, usos de guardar el orden de sus comunidades.

Pero más allá de las diferencias que hay entre todos los pueblos indígenas del país, está lo que los une:
Todas estas etnias vivían en sus territorios desde antes de la conquista y han conservado sus propias costumbres, a pesar de que durante quinientos años se las han querido quitar. La comunidad ha sido la fuerza que los ha mantenido unidos y les ha permitido conservar su lengua, sus fiestas, sus costumbres, su modo de hacer justicia. el modo de gobernarse con cargos que son servicio para mantener viva a la comunidad.

Han mantenido el modo de llegar a acuerdos por consenso. Todos han mantenido el trabajo voluntario, las faenas, para ir mejorando las condiciones de vida de los comuneros, y tener el cuidado de todo el ambiente de la comunidad. Han mantenido sus propias fiestas. En ellas celebran la vida y se relacionan con la naturaleza. En ellas la comunidad se manifiesta unida en el trabajo, el rito y la celebración.

Por eso todos los intentos de dominación que los conquistadores, y después los diferentes gobiernos que ha tenido México, han buscado en primer lugar deshacer las comunidades. Los conquistadores prohibían las reuniones entre pueblos de la misma lengua; después acasillaron a los indígenas en las llamadas encomiendas y trataron de acabar con el sistema de autoridades, de fiestas y de trabajo colectivo.

Las leyes que buscan privatizar la tierra, hacer que cada quién sea responsable de su parcela y se olvide del territorio de su pueblo, son las que más han tratado de desbaratar a las comunidades.

La Comunidad es el centro de la vida de los pueblos indígenas. Pero la comunidad necesita un territorio en donde vivir, trabajar, celebrar, organizarse.

¿Que dicen las leyes sobre los territorios de los pueblos indios?


Los pueblos indios tienen un derecho especial a la tierra. Este derecho está reconocido por muchos países que han firmado el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este derecho también está escrito en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En 1990 se reunieron los países que pertenecen a esta organización. Ahí estuvo México. Se firmó el tratado 169 de la OIT, en el que los gobiernos se comprometen a fortalecer y respetar los derechos de los pueblos indígenas. El tratado comienza por describir lo que los gobiernos entienden por indígenas:

-Se consideran pueblos indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización, o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.? (artículo 1 b).
En este mismo convenio se reconoce el derecho que tienen los pueblos indígenas a su territorio, y los compromisos de los gobiernos para garantizar este derecho.

-Los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos indígenas reviste su relación con las tierras o territorios, y en particular los aspectos colectivos de esa relación?.
Este convenio es muy importante, y los gobiernos que lo han firmado, como el gobierno de México, están obligados a cumplirlo. Este tratado es tan importante como el Tratado de Libre comercio (TLC). Los periódicos, la radio y sobre todo la televisión hablan poco del convenio 169 y sí hablan mucho del Tratado de Libre Comercio. Esto se debe a que el TLC favorece a las grandes empresas, a las personas que pueden vender sus productos en otros países, a los que tienen dinero para comprar aparatos que se fabrican fuera de México. En cambio el Convenio 169 de la OIT favorece a los indígenas.
Este convenio fue firmado por México en 1990, y es obligatorio para todos los países que lo firmaron a partir de septiembre de 1991.

Una de las obligaciones que se comprometió a cumplir el gobierno de México, fue el de cuidar los territorios de los pueblos indígenas. En el artículo 14 de este convenio se dice: ?Los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para determinas las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión. Deberán instituirse procedimientos adecuados para decidir las reivindicaciones de tierras formuladas por los pueblos interesados.? La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos también reconoce los derechos de los pueblos indios.

El artículo cuarto, reconoce que en México existen diferentes etnias con diferentes costumbres, y que todos estos pueblos tienen derechos, y entre todos formamos la Nación Mexicana:
Artículo 4 .- La Nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas. La ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social, y garantizará a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado. En los juicios y procedimientos agrarios en que ellos sean parte, se tomarán en cuenta sus prácticas y costumbres jurídicas en los términos que establezca la ley.

El Artículo 27 de la constitución fue cambiado en febrero de 1992. Tal vez el cambio más fuerte es que quitó a los ejidos las características que tenían como propiedad social, para permitir que las parcelas y los ejidos se pudieran vender y concentrar en pocas manos.

Artículo 80.- Los ejidatarios podrán enajenar (vender) sus derechos parcelarios a otros ejidatarios o avecindados del mismo núcleo de población.

En la Ley de Reforma Agraria, el ejido no se podía vender (era inalienable). No se podía invadir (era imprescriptible). No se podía quitar por un préstamo (era inembargable).

La Ley Agraria en vigor, permite que los ejidos sean invadidos (pueden prescribir), se puedan dar como garantía de los préstamos (pueden ser embargados), y se puedan vender (sean alienados).

En la Ley de Reforma Agraria, no se permitía el acaparamiento de tierras. Se consideraba acaparamiento de tierras, el tener más tierra que lo que le tocaría a cada ejidatario en un reparto parejo. El acaparar tierras era motivo para perder los derechos agrarios.

La Ley Agraria permite que cada ejidatario pueda tener hasta el cinco por ciento del total del ejido. En otras palabras, la tierra puede irse concentrando hasta que queden 20 ejidatarios por ejido.

Constitución, Artículo 27 fracción VII (ley Agraria, Artículo 47.- Dentro de un mismo ejido, ningún ejidatario podrá ser titular de derechos parcelarios sobre una extensión mayor que la equivalente al cinco por ciento de las tierras ejidales…

Pero estos cambios afectaron más a los ejidos que a las comunidades.
Tanto la Ley de Reforma Agraria, como la actual Ley Agraria, mantienen las características de propiedad social a los Bienes Comunales. Los Bienes Comunales no se pueden invadir (son imprescriptible), no se pueden quitar por un préstamo (son inembargable), y no se pueden vender (son inalienable).
Articulo 99, fracción II.- La protección especial a las tierras comunales que las hace inalienables, imprescriptibles e inembargables, salvo que se aporten a una sociedad en los términos del artículo 100 de esta ley.

El derecho que los indígenas tienen a sus territorios está escrito claramente en la Constitución.
Constitución, Artículo, 27, fracción VII.- La ley protegerá la integridad de las tierras de los grupos indígenas.

Artículo 106.- Las tierras que corresponden a grupos indígenas deberán ser protegidas por las autoridades en los términos de la ley que reglamente el artículo 4 de y del segundo párrafo de la fracción VII del artículo 27 constitucional.

El problema está que nunca se ha escrito la ley que permita urgir el cumplimento del artículo cuarto constitucional. Una de las luchas principales que actualmente llevan adelante los pueblos indígenas es que la ley reglamentaria del artículo cuarto constitucional se haga respetando las diferentes costumbres de los diversos pueblos indígenas, y que sea aprobada cuanto antes, para que las autoridades cumplan con este mandato que les da la Constitución.

¿Que tenemos que hacer?

     
    Reconocer que la lucha de los pueblos indígenas es una lucha legal, que ha sido desoída por el gobierno durante mucho tiempo.
    • Nosotros luchamos porque se cumpla la ley.
    • Reconocer que no estamos solos. Que somos muchos pueblos indígenas en la República Mexicana, y que todos tenemos las mismas demandas para que se respeten nuestros derechos.
    • Saber que podemos unirnos con los pueblos indígenas de todo el mundo en la lucha por los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas.
    • Lograr que se haga la ley reglamentaria del artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, conforme a la diversidad de costumbres de los pueblos indígenas.
    • Urgir al gobierno mexicano para que cumpla los compromisos que firmó en el convenio 169 de la OIT.
    • Cuidar nuestras tierras, de tal modo que siempre sean de la comunidad y que se respeten las costumbres de nuestros antepasados que tenemos que dejar escritas en nuestros Estatutos Comunales.

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