viernes, 28 de agosto de 2015

Los valores no usados

Los valores no usados

Por años, Ixachillan, ha tenido en sus hijos a sus mas acérrimos enemigos, la falta de valores, se ha extendido a un grado que se ha robotizado el pensar de las personas, programándolas a un sistema de autodestrucción, de autocompasión, de sumisión y denigración.

Los valores de la gente en general, esa que en algunos de nosotros llega en vos de los guerreros actuales, esta apenas haciendo despertar a los habitantes de Anahuac, pero... Yo sigo viendo que los valores son solo aire caliente.

Si, ese aire caliente que es el que sirve para inflar globos aéreos, que de lejos se ven grandes, incluso bonitos, dependiendo de los colores, incluso se ven fantásticos, pero son solo una inmensa cosa vacía que se infla de algo que es volátil que no tiene sustento ni ubicuidad, algo que si no es contenido simplemente se disipa en la inmensidad del Ihuicatl.

Hemos cambiado el agua por tuberías, los animales por autos, la tierra sembrable por el asfalto, los Amoxtlis por la televisión.

Hemos dejado que el sustento de quienes conocían la tierra, de quienes las sembraban, de queines nos daban alimentos frescos provenientes de la tierra, se sometan a la voluntada de las grandes cadenas comerciales.

Frescura y propiedades de las frutas o verduras, se pierden con tratamientos químicos

Hemos perdido la practica del conocimiento natural, el que nos curaba y el que teníamos al alcance en nuestra casa o en el tianquiztli, por lo encapsulado, por lo granulado, lo venido en cajas.

Alivios rápidos de plantas que se podían tener en casa, ahora tienen que esperar un circulo vicioso de esperar permisos y comprar en lugares.

Hemos perdido el conocimiento del abonar la tierra, hecha con restos de quema, desperdicios naturales de cosas como la hojarasca, las verduras, frutas, añadida a la tierrita limpia, para comprar fertilizantes en bolsa, que aunque digan lo que digan, no son inocuos a la perdida de la tierra.

Nos dan cronologías donde nos indican lo que sucedió, porque âsuponeâ que así es, y sin embargo suponer, aunque no es malo, para nada es bueno, porque no se tiene una certeza de lo que se debe entender en realidad.

Así hemos convertido los valores de Anahuac, porque los inflamos con falso orgullo, y digo falso, no porque la gente no este orgullosa de su existencia, sino porque no la seguimos como debe ser, presumimos de tener el pasado, de tener el presente, pero hacemos poco para preservar el futuro.

En si los valores De Anahuac, no se basan en las cronologías de los Teules y sus descendientes nos dan, son mas antiguas, que desde tiempo inmemorial han forjado el pensamiento que traemos ya en el cerebro y que pese a las calumnias, los errores históricos, la denigración verbal, han permanecido en nuestros corazones.

Ahí en las celebraciones, al sonar el tambor ¿Acaso tu corazón no palpita mas aprisa?, ¿Acaso tu mente no evoca tu propio ser en la celebración ancestral?, si me dices que no, entonces no tienes un ápice de sangre de esta bella Ixachillan, pero aun así, tus ojos se posan en los movimientos de la danza, tus oídos prestan atención al caracol, al sonar de los tlapitzallis y ayacaxtlis, porque en ti esta el guerrero dormido que quiere despertar.

Se avecinan cambios, no hablo de profecías, porque las profecías, son manipulables, hablo de realidades, no se necesita ser un genio para ver la debacle en que esta el mundo

Por una vez en la vida, que sus corazones escuchen mi humilde petición...

Sean tus palabras, la verdad de tu saber, y comparte con nosotros tus valores como ser vivo, como ser humano, pero mas que nada como un hijo de Tlalnantizn, la madre tierra.

Deja fluir el aroma de tus flores, las que con raíces bien puestas, emanen desde su base el amor de estar bien sembradas.

Deja que tu mano firme, represente en unas palabras, en un icono, lo que tu rostro es propio y lo que representa

Deja que tu corazón, se una en un movimiento circular a la existencia, permítenos ver que es firme, saludable.

Deja que tu cuerpo aspire la fuerza de Ehecatl, para que oxigene tus interiores

Deja que Tonatiuh, bañe tu cuerpo con el calor de la vida, del entendimiento de que día con día naces nuevamente

Deja que Tlaloc te revista de la sencillez del atl, la base de tu propia armonía

Deja que Meztli, te haga comprender los ciclos de las cosas, tal como ella nos hace ver en su andar por el Ihuicatl

Deja que Malinalli, se forte con tu cuerpo mientras te acercas a Nonantzin Tlalli extendiendo tu cuerpo por el prado

Deja que el Xalli, te acorde de millones de granitos, que hacen brillar tu cuerpo por un instante

Deja que la comida de Toci, entre a tu cuerpo, y que entiendas lo que es sembrar el maíz, que no es solo dejar una semilla en un surco y echarle agua.

Deja que tu boca disfrute el etl y el elotl , mezclados en distintas formas, acompañadas del chilli, para que comprendas que vivir es sencillo pero siempre tiene su picos

Deja que el barro tome forma en tus manos, no para hacer hombres de lodo, sino para preparar al hombre de maíz, el hijo del maguey, el que viene del nopal

Deja que tu guerrero interior salga al exterior, no en pos de venganza, sino de justicia

Deja que tu niño que entendió la voz de los abuelos, crezca en tu interior para que se vuelva el Tlacatl que sabes debes de ser.

Deja que...... espera....creo que es momento de decir algo mas....

Hay tantas cosas mas que quiero pedirte de manera respetuosa, pero ¿Cómo solicitarte lo que te pido, si se bien, que mucho de eso que te pido, yo lo pospongo por tantas excusas?

Creo que mejor, es pedirte que seamos CENTE, trabajar en CENTE, ser la unidad, para que nuestras Pohuallis, se vayan conjuntado y seamos cada uno como una voz que pertenece al Centzontle.......solo me resta saber si deseas ser parte del grandioso totol, ese que tan bonito suena, y que embelesa cuando se pone a cantar, dime que deseas ser parte de este Centzontle.

Recordando a mi Colli y sus palabras.
Quiauhcoatl Tlacatecolotl
Calpulli Tlachcocan in Tlazohtla
Malacachcoatl Tenchicahuac Tlamachtilia
Titil 2011 Matlactli uan ome Tochtli
Re-edicion 2015

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