miércoles, 12 de enero de 2022

La importancia de un maestro

 Don Luis decía que tenia 85 años cuando lo conocí, ahora con los años es probable que tuviera mucho mas, probablemente unos 100. La piel, su falta de dientes, sus orejas y su nariz así lo mostraban. mas era fuerte. Mas de lo que uno esperaría. 60 años vivió en el Colorado por lo menos desde que murió el gran amor de su vida de una caída de caballo. Rara vez recorría mas de 60 km alrededor de ahí, no se separaba mucho de allí. No sabia leer, no sabia usar muchos aparatos incluso eléctricos. Su choza no tenia luz. Por la edad y las lesiones la gente le pagaba llevándole alimentos y apoyándolo en su milpa y con sus animales. No le faltaba, no le sobraba. Un mazahua en tierra ajena completamente. Elías y Sebastián le solían llevar las cosas que requería con la gente. Por lo que llego a decir solo tuvo 3 aprendices en toda su vida. Solo queda uno. El mas sonso de todos decía. Y a pesar de todas las carencias y limitaciones no he vuelto a ver a alguien tan hábil como el en la medicina y atendiendo personas. 30 años antes había sido promotor de salud en un programa piloto medico en donde se les enseño a los médicos tradicionales medicina alópata para ser promotores comunitarios. medicina coyote, medicina hibrida, dos mundos diferentes pero en realidad no tan extraños. Aventajo a todos incluyendo a especialistas, y solía hacer cosas que muy pocos profesores sean médicos o psicólogos podían explicar como lo había hecho. Parecía magia. Parecía que hacia que la medicina se viese como un arte minucioso. No era la técnica decía. Puedes tener la mayor técnica de todos pero esta requiere un alma. Requiere un corazón humano que la dirija, un espíritu que tenga la fortaleza para hacer lo necesario, a veces en situaciones mu crudas y brutales en donde he visto a otros temblar y congelarse, el continuaba en su centro. Solía repetir que el aprender, el actuar, era con sencillez, sensibilidad, serenidad y sabiduría. No es la técnica, puede ser importante. Pero necesita una mente y un corazón que las dirija. Se necesita de mucho sentido humano, de necesidad de justicia para que se sostengan. De luchar por que no se perdiese la dignidad, la fe, la esperanza, el honor y el respeto. Muchos años después de su partida siempre aparece algo nuevo en lo que decía. No dejaba que tomara apuntes, cuando lo intentaba cambiaba de tema. Un día se dio cuenta que su hazheilmer le haría ya olvidar a ese gran amor y a si mismo. Duro mas que la mayoría de esos pacientes, y aun cuando le ofrecieron repararle la mente, el cuerpo y los recuerdos dijo que era su tiempo. Rara vez salía de los alrededores. Ese día, cerro la puerta, agarro su burro y su sombrero y se fue siguiendo al sol. Se fue voluntariamente. Encontramos meses después al animal deambulando de regreso, a sus restos no.

Donde deberían de estar ahora lo acompañan mi primera familia. No es la técnica, es el espíritu, el alma. Decía que no escogía a las personas por lo que supieran o sus habilidades, sino por su corazón. Agarro al mas atolondrado de todos, una bala perdida y a alguien a quien se le fracturo hace años su corazón de tristeza. Dos se fueron como el, en silencio. Sin mucho que dejar. Solo un rostro y un corazón y muy buenos recuerdos, en ya pocas personas. No se trata de técnica se trata de tener un alma, un espíritu, ni siquiera el mas puro o el mas centrado. Sino de que esta permanezca humano a pesar de las circunstancias. las palabras ahora después de muchos años cobran cada vez mas sentido. Un corazón que representa aquellos valores de todos los que le antecedieron y por los cuales lucharon es capaz de conectarse con esa misma fuente de la cual todos los demás bebieron. Del espíritu colectivo del hombre, de eso que las distintas humanidades que han pasado por aquí en evolución convergente han acumulado en la tierra en forma de su conciencia. la técnica tiene un valor pues te dice los pasos a realizar así como desarrollar las habilidades necesarias, el conocimiento el poder discernir y diferenciar las cosas. Pero el corazón es la base para regresar a eso en donde todos los recuerdos y las historias siguen vivas a pesar del tiempo. Es lo que te permite conectarte a la vida y sentir su pulso, su respiración, así como escuchar a todos los que te antecedieron. Aquello donde tu real ser habla con la vida y le pregunta como puede serle útil y ayudarle a fluir. no se trata de demostrar que eres mejor, se trata de fluir con la vida, en donde vives en el corazón de quienes seguirán adelante.
Yoltecuhtli Ohmanqui

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